La leyenda junta a Esteban y Nicolás, y a sus respectivos grupos, en algún lugar indefinido para convertirlos en una única historia, sin embargo, lo más seguro es que  este encuentro nunca tuviera lugar y que los jóvenes no se hubieran conocido. Pero, continuando con la leyenda, diremos que en algún punto a orillas del Mar Mediterráneo, el mismo Jesucristo efectuaría el milagro de separar las aguas. Asimismo debía permitir que la joven cruzada prosiguiera su camino por tierra hasta Jerusalén. Finalmente el milagro no se produjo, y muchos jóvenes, desencantados ante la ausencia del milagro, abandonaron la aventura y decidieron regresas a sus hogares.  Otros en cambio decidieron esperar. Es aquí donde entran en escena dos ricos comerciantes que ofrecieron siete de sus barcos para el traslado del ejército a tan loable empresa.

Verosimilitud

El hambre, las enfermedades y las vicisitudes del viaje provocaron la muerte de muchos de los niños. Finalmente llegaron al puerto de Alejandría, y una vez allí, los supervivientes sencillamente, fueron vendidos como esclavos.

Hay mucha controversia sobre la veracidad o no de “La Cruzada de los niños”. Conociendo nuestra historia contemporánea, y sabiendo como actúan en muchas ocasiones los señores de la guerra, no me extrañaría que tras la leyenda se escondiera más de una verdad.

Fran González

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