Rituales de la antigua Roma

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Rituales de la antigua Roma

Resulta complejo distinguir entre religión y magia en la antigüedad. Según Plinio el Viejo, la magia es un “arte falaz mezcla de medicina, religión y astrología”. Se sabe, que la magia que se practicaba en Roma, venía de Oriente y posee elementos de Egipto, Grecia y Mesopotamia. Os hablamos a continuación de los rituales de la antigua Roma

Aunque también, está constatada la existencia de magia indígena anterior o sea, a los etruscos.

Ya en la Ley de las XII Tablas (siglo V A.C.), se condena la práctica de la magia. Si bien la condena estaba dirigida hacia un ritual concreto que intentaba arruinar la cosecha del vecino, o traspasársela a uno mismo.

La diferencia fundamental, entre religión y magia, se encuentra en el orden jurídico: la magia no es legal mientras que la religión sí que lo es.

Castigos

La práctica de la magia siempre es castigada, incluso con la muerte, y los libros de magia son quemados. Sin embargo y a pesar de estos castigos, la magia se seguía practicando en Roma en todas las clases sociales.

Son legendarias, las brujas en la literatura griega y tienen un papel destacado junto a los héroes, en cambio en la literatura romana se degrada su figura. Están consideradas maléficas, intrigantes y están apartadas de la sociedad.

Esconden su condición y suelen vivir en los bosques o como cuidadoras de los cementerios. Sus artes son la manipulación de la energía, el control del sexo, la fertilidad, la vida y la muerte, con grandes conocimientos y uso de la medicina sea para curar o para dañar.

Los clásicos

En los textos clásicos se afirma que pueden realizar:

Encantamientos, filtros de amor, magia erótica, venenos, volar por la noche, meta morfosearse en animales, nigromancia, y dominar tanto las tempestades como los ciclos de la luna.

Tabullae Defixionis, más de 1.600 encontradas, conocidas como tablillas de maldición.

Están hechas con tablillas de diversos materiales, incluso grabados sobre trozos de cerámica o piedra.

Su lenguaje, no suele ser en latín sino que abundan fórmulas extrañas, sintaxis incoherentes, y que tienen más valor por su fonética que por su sintaxis.

Las más abundantes, son las grabadas en una delgada plancha de plomo (metal asociado a las criaturas infernales). Que posteriormente, se doblaban o enrollaban y se escondían en un lugar significativo para la víctima, como en los muros de las casas.

La nigromancia en la antigüedad

Hechizo o maldición

Este es un ejemplo, de maldición escrita en una tablilla encontrada:

Dioses infernales, si tenéis algún poder, os encomiendo y os entrego a Ticene, hija de Carice, que todo lo que haga le salga mal. Dioses infernales os encomiendo sus miembros, su color, su figura, sus cabellos, su sombra, su cerebro, frente, sus cejas, su cara, su nariz, su mentón, su boca, sus labios, sus palabras, su aliento, su cuello, su hígado, sus hombros, su corazón, sus pulmones, sus intestinos, su vientre, sus brazos, sus dedos, sus manos, su vejiga, sus muslos, sus rodillas, sus piernas, sus talones, sus plantas, sus dedos.

Como se puede observar, se ensañaron con la pobre Ticene de la cual no tenemos noticias. Nunca sabremos si llegó a levantar cabeza después de esta maldición.

Muñecos Kolossoi (figuras de vinculación)

A diferencia de la actualidad en la antigüedad estas figuras estaban más vinculada a la magia amorosa, con ellas se buscaba atraer el amor de la víctima.

Solían estar hechos de arcilla, cera o bronce y se los encerraba en una pequeña caja, a menudo junto con una tablilla de maldición para reforzar el hechizo amoroso.

Las figuras estaban atravesadas por clavos en todos los puntos de órganos vitales como los ojos, la cabeza, las extremidades y los órganos sexuales.

También podían utilizarse agujas o colmillos de animales. En este tipo de hechizos, era importante el número de agujas clavadas como simbolismo, por lo que se solía utilizar números mágicos como el 13 o el 7.

El número 13 en el mundo antiguo solía representar las desgracias ya que alteraba el equilibrio representado por el número 12. Otra cosa que se hacía habitualmente era amputar o destruir parcialmente algún miembro de la figurilla para así potenciar el hechizo. Éstas figuras se activaban escribiendo el nombre de la víctima sobre ella.

Se enterraban en lugares como cementerios, cruce de caminos, lugares con agua, en conclusión, en todos aquellos lugares que estaban vinculados con divinidades subterráneas.

Este tipo de magia, estaba considerado mucho más potente y peligrosa para los antiguos romanos y el número de ellos encontrados es bastante menor a los tablillas de maldición.

Estas figuras provienen del antiguo Egipto.

Los Clavos

Los clavos en la antigua Roma tenían diversas utilidades. Según describe Plinio el Viejo se clavaban en los muertos por enfermedad para evitar que contagiasen y propagasen su dolencia.

Se solían poner en los cimientos de las casas, para alejar los malos espíritus, o en los cementerios, clavados en las tumbas para ahuyentar a los demonios que pudiesen habitar en él.

Amuletos

Las bulla, eran amuletos en forma de cajitas redondeadas, dos planchas de metal unidas, utilizados como medallón que se daban a los niños para protegerlos del mal de ojo. Dentro llevaban guardado un amuleto, que debían llevar hasta su mayoría de edad.

El coral rojo, en la antigua Roma, lo utilizaban comúnmente como amuleto ya que protegía de los horrores que pudiesen albergar las tinieblas, de los imprevistos y además te ayudaba en los placeres nocturnos.

La Aguamarina, con la figura de Neptuno tallada en el cristal lo solían llevar los marineros para que les diese coraje y los protegiese durante las travesías marítimas.

Silvia Rossi

Cinco curiosidades del Imperio Romano

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