¿Tienen los animales un más allá?
Experiencia personal que nos envía María Iglesias.
-Teníamos un gato y un perro y el gato después de una enfermedad muy dura nos dejó y durante unos meses estuvimos solos en casa con el perro y nos llevamos todas las cosas del gato al trastero porque me entristecía mucho verlas.
Una mañana al levantarme, en el suelo de la habitación apareció un puñadito de arena de gato.No había más gatos, no había arena en casa, el perro no pasaba nunca a la zona de las habitaciones y paso la aspiradora a diario.Además, yo me ponía en el supuesto de que se me hubiese quedado algún grano de arena sin limpiar en algún rincón…por buscar explicación lógica, pero una cosa son unos granos de arena dispersos (y los que tengan gato saben de lo que hablo) y otra es un puñadito bien hechito en el suelo a los pies de la cama.
Otra vez, apareció en el suelo en mitad del baño una bolsa de algodón vacía con la que el gato jugaba muchas veces y mordisqueaba y que yo había metido en el mueble del baño debajo de un neceser porque no quería tirarla.
Por más vueltas que le he dado a estas dos circunstancias, no le he encontrado explicación lógica conociendo como conozco mi casa y mis manías con el orden y la limpieza.
-Ésta es más subjetiva: tres meses después de dejarnos el gato y de un día para otro se nos murió el perro de cáncer y nos quedamos muy mal.El día que hizo un año de su muerte, y a la misma hora que murió estábamos mi marido y yo en el salón hablando de él y recordándole y la bombilla de la lámpara del techo explotó, así sin más.Soy consciente al 99,9% de que seguramente fue casualidad, pero esta vez sí quiero creer que era él.
María Iglesias.