La luna de las noches largas

Entramos en esa época del año en que las noches son largas, oscuras y frías, marcando la entrada del invierno. Es un momento en el que la naturaleza entra en un periodo de recesión: las plantas mueren, los árboles han perdido totalmente sus hojas, los pájaros emigran a lugares más cálidos y muchos animales hibernan, para acumular energía, ya que los alimentos escasean. Es difícil encontrar frutas y verduras frescas (obviamente de temporada y locales), y el organismo nos pide alimentos más ricos en hidratos para generar energía. Hablamos de la noche de luna de las noches largas.

En esta época hay que aprovechar las pocas horas de sol y disfrutarlas, y en las horas de oscuridad hacer un recuento de malos hábitos y actitudes de los que queramos liberarnos y congelarlos, como la escarcha congela los bordes de los caminos. Es el momento de mirar cara a cara al destino y recordar que después de la oscuridad más intensa siempre se hace la luz.
Cuando entre el solsticio de invierno las noches comenzarán a acortarse poco a poco, y el sol comenzará a tomar fuerza.

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Mientras vuelven las hora de luz solar haremos rituales con velas blancas, doradas o plateadas para aportar luminosidad a nuestras vidas. Os hemos hablado de la luna de las noches largas que es algo que se produce en las frías noches de invierno donde la noche se apodera de todo.

Silvia Rossi