Misterios del Tarot

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Misterios del Tarot

El Tarot forma parte del misterio de la tradición occidental y es uno de los métodos más enigmáticos de adivinación. La historia primitiva del Tarot antes de su aparición en el siglo XV es incierta y su origen está envuelto en un pretendido secreto. El hecho de que nosotros no sepamos a ciencia cierta cómo funciona en tanto que oráculo, ni cómo las cartas nos dan una imagen correspondiente a la pregunta que se le formula, ha mantenido la fascinación de todos los que han consultado el Tarot después de siglos.

Ciertas personas creen que una forma superior de inteligencia influye en la reorganización de las cartas de una tirada de manera tal que ellas aparecen en un orden preciso. Para esas personas el azar no existe, sino mas bien ciertas coincidencias significativas.

Y como decía Voltaire: “Ce que nous appelons hasard n’est et ne peut être que la cause ignorée d’un effet connu.” (Lo que llamamos azar no es ni puede ser otra cosa que la causa ignorada de un efecto conocido.)

La sincronicidad y la simbología en el Tarot

En una concepción holística del universo, nada ocurre aisladamente ni está separado del resto del mundo. La asociación de símbolos de una tirada de Tarot (por ejemplo) sería el reflejo de la cuestión que se plantea o de la pregunta que se le haga. Aunque esta teoría parezca extraña, puesto que la elección de las cartas esté aparentemente ligada al azar, las cartas de una tirada representan un símbolo que tiene la cualidad de diseñar un acontecimiento que puede ser interpretado con exactitud para quien sepa leerlo. 

En la práctica de las lecturas oraculares del Tarot es interesante constatar las coincidencias  entre los resultados de las tiradas y las interpretaciones posibles, dentro del marco de la teoría de la sincronicidad de Carl Gustav Jung  (1875-1961). La provocación de un evento simbológico producido por una tirada es un reflejo psíquico sorprendente de la realidad temporal y objetiva. Es evidente que la correcta interpretación de la tirada es tributaria del conocimiento del simbolismo, sobre todo cabalístico. 

El Tarot del amor

A pesar de que C.G. Jung parece no haber publicado ni escrito nada con respecto al Tarot,  sino que aparentemente solo se interesó en el I Ching (ver “The secret of the Golden Flower”) sus teorías serian también aplicables a las cartas. Para todos aquellos que se interesan seriamente en el Tarot, es recomendable una lectura complementaria de los textos de C.G. Jung, que contribuyen a formar una base científica para las artes adivinatorias. C.G. Jung posee no solamente un sólido rigor científico sino también una avanzada visión humanista y una gran honestidad comunicativa.

A propósito de la sincronicidad aplicada al Tarot, una de las alumnas de Jung, Sallie Nichols, a publicado en 1984 una obra titulada “Jung and Tarot” (Ed. Samuel Weisner), traducida al español como “Jung y el Tarot” (Ed. Kairós). Ella da allí ciertas indicaciones personales sobre las técnicas interpretativas y confiere a los arcanos un valor arquetípico con el que describen un viaje por el camino de la autorrealización.

Adivinación, oráculos y simbolismo. Profecías y predicciones

A lo largo del tiempo, varios lenguajes simbólicos han sido desarrollados para acceder a los secretos de la psiquis humana e develar las causas profundas de ciertos acontecimientos y su proyección en el futuro. Lo que se llama “adivinación”, viene etimológicamente del latín “divinare”, que es el don “divino” de los profetas para ver y predecir el futuro y ciertos eventos.

La palabra “oráculo” viene del latín oraculum “lugar donde alguien habla”, donde los dioses daban sus vaticinios, profecías o predicciones formulados por una persona que hacía de medio (medium) en forma misteriosa y enigmática. Sin embargo, hay una diferencia entre profecía y predicción: Una predicción es una afirmación que se utiliza para reforzar una teoría de acuerdo a un proceso lógico.

Una profecía no está ligada a un razonamiento sobre aquello que debe producir el resultado predicho. Las grandes religiones monoteístas (Islam, Cristianismo, Judaísmo) otorgan gran importancia a las profecías como índice del designio de Dios. El oráculo más famoso de la antigüedad era el de Delfos, en Grecia. Por extensión, se llama oráculo al propio lugar en que se hace la consulta y se recibe la respuesta (el oráculo). Y también se llama oráculo al método con el cual se hace la consulta (Tarot, Runas, I Ching,…)

Fran González

La magia del Tarot

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