Tom Roca: Termináramos

0

Agarre al camarero y lo interpuse en la línea de fuego para salvar al Ciborg de Apple. El pobre recibió todos los disparos, pero fue por en un desvió y corte la interconexiones con el tren, pero el Ciborg Windows nos siguios eones del tiempo.educaci una causa justa, la tía estaba la mar de buena.

Se inicia el viaje

Si me había encontrado a mi, no tardaría en encontrar a mi niña, tenia que salvarla, a la Apple Ciborg, a la que llamé Mariana ( recuerdos de un viejo amor), la monté en un coche de policía aparcado ante el bar, había visto tantas películas de Bruce Willis que ya me conocía todos los trucos. Conducimos hasta la frontera y empalmamos con el tren, pero el Ciborg Windows nos siguió, conocedor de la actualidad de la relación eléctrica España-Francia. Salté en un desvió y corte la interconexión energética. Lo cual provocó un grave conflicto entre los dos países, pero esto me la traía al pairo.

Pero algo teníamos que hacer, al fin y al cabo aquello era una película de acción, Mariana, ya habíamos cogido confianza, me apoyó con sus conocimientos del futuro y yo con mi desconocimiento de artes marciales y manejo de armas de fuego, por fin logramos despistar al asesino durante un tiempo.

Llegamos a Dinamarca, donde residía mi hija y futura salvadora de la Humanidad.

Dar esquinazo

Para despistar al Terrible Ciborg y ya que estábamos en época de Navidad, nos desviamos hacia Rovaniemi en la alta Laponia, con Mariana la cosa iba subiendo de tono y allí habría rollo, lo cual no me hacia olvidar mis responsabilidades de padre.

Corriendo en pleno Circulo Polar con Mariana perseguidos por el terrible Ciborg del futuro Windows, enorme, maléfico, de enormes garras de acero, caímos rendidos ante su persecución, yo agarre la teta derecha de Mariana( de perdidos al rio), y cuando creímos fenecer apareció Papa Noel El horrible Ciborg se quedó paralizado. Sus renos lo atacaron con todo el sonido de sus cascabeles y lo cepillaron con los esquíes del trineo.

Yo que nunca había creído en la Navidad, aquel año me convertí en un forofo de Papa Noel and the reindeer. Termináramos

Mariana y yo cenamos en Dinamarca con mi hija Lea,yo no le conté que ella era un Ciborg,ni que ella salvaría a la Humanidad con su algoritmo, tampoco quise hablar de que su padre había sido un Superhéroe de Marvel en su juventud.

Mejor dejar las cosas como estaban.

Tom Roca

 

 

  

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *