Las 3:33 a.m.: La hora del diablo

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Le hice un gesto e indicando que pasará. Ingresó en la casa. Sin tomar asiento me pregunto “que es lo que quieres mortal, y que piensas ofrecer a cambio”

Con sorpresa mas que temor la habitación se enfrió y se lleno de un olor desagradable que no se explicar. Le dije “quiero poder, y todo lo que llegue a desear en mi vida… y te ofrezco mi alma a cambio”…

Mirándome fijamente y soltando una carcajada que parecían mil voces riendo al mismo tiempo dijo “tu alma es de mi señor, desde que comenzaste a usar estas baratijas… o crees que las cosas que has pedido y se te han entregado son gratis. Claro que no. Desde que contactaste a AZAZIEL, él te ha cumplido tus caprichos. ¿Crees que la vida que llevas y lo que tienes son por tu suerte? o ¿por que lo has ganado?…-

Sorprendido le dije que yo no hice ningún trato con AZAZIEL, y que no lo aceptaba…

Mirándome fijamente de nuevo con los ojos ahora encendidos como brasas me dijo “esta bien, el trato hecho sin pacto con Azaziel, queda fuera, se te otorgara lo que me pides”. “Mas te diré que tienes que entregar algo por lo que quieres para cerrar el trato”. “Esto se te dirá en otro lugar, no aquí no ahora… ya lo sabrás”

Saliendo de la casa se perdió en la penumbra de la noche….

Encuentro

A los siete días, me tope una persona en la calle, que sin conocerme me tomo del brazo. Al voltearme a ver viendo sus ojos encendidos, me dijo: A LAS TRES Y MEDIA AM, JUNTO AL ÁLAMO SECO, YA SABES EN DONDE

Después, confundido se me quedo mirando y me soltó.

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