Cita con lo desconocido

0

Y aunque se le pasaron muchas cosas por la cabeza, finalmente decidió no decir nada. Carlos pagó la cuenta y sencillamente se marchó. 

Ya de camino a su casa y algo más calmado, comenzó a pensar en todo lo acontecido durante la tarde, hasta el más mínimo detalle. Todo eso tenía que tener una explicación, o al menos eso quería pensar él. Pero por mucho que pensaba no llegaba a nada, a ninguna conclusión.

Una vez dentro de su casa, el indeciso novio decide llamarla. Tras unos interminables tonos, finalmente Olga responde a la llamada.

Olga: ¿Carlos?, ¿Dónde te has metido?

La voz de Olga se nota entre sollozos y entrecortada. Carlos queda estupefacto y tarda unos instantes en contestar.

Carlos: ¿Dónde estás?, No entiendo nada.

Olga: Carlos, por favor, ven a buscarme, estoy muy confusa y no sé qué me está pasando. No entiendo nada, por favor ven.

Olga cada vez está más alterada y su voz denota autentico terror.

Carlos: Pero dime, ¿Dónde estás?, ¿Dónde fuiste cuando entraste en el baño?

Olga: No lo sé por Dios… ven…

Carlos: A ver, tranquila, dime, ¿Sigues en el Café?

Olga: No, estoy en la calle del café pero todo es diferente, no sé qué ha pasado. Tengo mucho miedo…

Carlos: Quédate ahí, en seguida voy.

Carlos sale corriendo hacia la calle en dirección al Café pero en su interior algo le dice que Olga no estará en la calle.

Una vez allí, efectivamente, Carlos no ve a Olga por ninguna parte y decide volver a llamarla.

Carlos: Dime Olga, ¿Dónde estás? ¿No te veo?

Olga: Aquí mismo, pero no te veo.

Carlos: A ver, cálmate, tranquila, mira, vete a la esquina de la calle, la que está en la misma acera del Café y ahí nos veremos.

Carlos comienza a caminar en dirección a la esquina la cual se encuentra a unos veinte pasos. Cada paso que da un escalofrió más grande le va invadiendo toda la espalda. Finalmente, Carlos llega a la esquina pero Olga no está allí. Totalmente desconcertado, Carlos se lleva el teléfono al oído y escucha…

Olga: Ya estoy en la esquina, pero ¿Dónde estás? ¿Carlos?, ¿Carloooos?…

La Teoría de los universos paralelos, la llamada Teoría elegante, para desgracia de Carlos y Olga, decidió aportar una prueba de su existencia justo en el instante en el que ambos pasaban por allí.

JESUS GIRALDO

https://www.facebook.com/Relatosdemisterioryterror

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *